Foto Cartel propiedad de la productora |
PERSUASIÓN
Ejerce de abuelo, alternando el gesto adusto con la sonrisa de complicidad. Pasea con su nieta, cogida de la mano, entre los árboles de la avenida que apuntan sus primeros brotes, y llega a las puertas del cine que le huele a recuerdo.
— ¿Por qué nos paramos, abuelo?
—Estoy pensando… Quizá te gustaría saber algo sobre los sueños, la importancia de apurar los momentos de felicidad que se presenten, del miedo a las pérdidas y el sufrimiento, saber sobre el amor y el Amor, la valentía… Disfrutar mil historias imaginadas, vibrar con la música…
La niña de tirabuzones color zanahoria se cuelga de los ojos del abuelo y trata de robarle la emoción, observa las arrugas que indican los senderos recorridos y esquinas visitadas, admira su aspecto de erudito despistado y se regocija en su felicidad.
—Abuelo… ¿Qué quieres decirme?...
—En el mundo que te ofrezco caben muchas vidas, cada espectador recrea la suya en la pantalla que las acoge…
—Abuelo, eso está bien pero… ¿No sería mejor que me invitaras a ver una película?...
El abuelo sonríe, sabe que su nieta irá aprendiendo a base de pagar con la inocencia: ¡De momento ha conseguido ganarla para el cine!
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