El violín azul
La
triste música de un violín de fondo, que brota de la radio y revolotea
alrededor del jardín que da al acantilado; la brisa mueve las hojas y hace
balancearse como una canción de cuna el espigado olmo agarrado con raíces de
garfio al borde del abismo. Todavía huele a pólvora, y el hedor a quemado me entra
por las fosas nasales hasta llegar al estómago, los pulmones reventados del
miedo, y ahora, el corazón casi parado por el bajón de la adrenalina. Oigo el
pasaje del violín melancólico y azul mientras miro el cuerpo todavía caliente,
ya cena de gusanos, de mi antiguo amo y señor. Te dije que todo tenía su
límite, que no te atrevieras a tocarla a ella, te avisé muchas veces de que no
pasaras de la línea, pero tú nunca me hiciste caso… ¿Y ahora, jefe, qué
hacemos? El sol cae por el horizonte, escondiéndose detrás del mar y de la
nueva línea final que es la silueta del cadáver del que prende el vapor del
calor de vida que escapa. Oigo ruidos en la cocina, en el salón, los demás se
acercan ya... todavía me quedan balas...
Luis Cadenas Borges
1 comentario:
¡FELICIDADES Y SUERTE!
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