DYLAN THOMAS
Escritor galés, nacido el 27 de Octubre de 1914 en Swansea y muerto en Nueva York el 9 de Noviembre de 1953. A los doce años asombraba a parientes y amigos por sus composiciones poéticas, de fuerte originalidad. rechazó tempranamente los estudios formales en aras de una educación autodidacta, con la suerte de no tener que trabajar hasta bien entrada la madurez: "No fui a la Universidad. No soy, sin embargo, un desempleado por la mera razón de que nunca fui empleado...". Durante un año trabajó como periodista y a principios de la Segunda Guerra Mundial, declarado inútil para el Servicio Militar, pasó a los estudios de la B.B.C de Londres; además, escribió diversos comentarios a documentales cinematográficos. En 1934, apareció su primer libro de poesías, saludado favorablemente por la crítica y dos años después contrajo matrimonio, estableciéndose en Laugahrne, en una casa situada frente al mar. Su nombre apareció cada vez con mayor frecuencia en las antologías poéticas contemporáneas y fue creciendo la admiración hacia él de poetas y críticos. Sin embargo, como suele ocurrir, su situación económica resultó siempre difícil; así lo revelan sus cartas que se conservan.
Antes que llamara y la carne me abriese...
Antes que llamara y la carne me abriese,
que mis líquidas manos golpearan en el vientre,
yo, que era entonces informe como el agua
que formaba el Jordán junto a mi casa
era hermano de la hija de Mnetha
y hermana del gusano que gestaba la vida.
Yo que era sordo ante la primavera y el verano,
que no sabía los nombres de la luna y el sol,
ya sentía el latido bajo la armadura de mi carne,
aunque existía sólo en forma de infusorio,
veía las plomizas estrellas, el martillo lluvioso
que mi padre balanceaba en su cúpula.
Conocía el mensaje del invierno,
los dardos del granizo y la nieve pueril
y el viento era mi hermana pretendiente;
en mí saltaba el viento, el rocío infernal;
y mis venas fluían con los climas de oriente;
antes que me engendraran supe el día y la noche.
Antes que me engendraran ya por cierto sufría;
el potro de tortura de los sueños
enroscaba mi osamenta de lirio
en una cifra viva,
la carne era cortada para cruzar los bordes
de las horcas en cruces sobre el hígado
y las zarzas de los cerebros estrujados.
Mi garganta conocía la sed antes de la estructura
de vena y piel alrededor del pozo
donde palabras y agua se entremezclan
sin pausa alguna, hasta pudrir la sangre,
mi corazón conocía el amor, mi vientre el hambre;
al gusano yo olía entre mis propias heces.
Después el tiempo envió a mi mortal criatura
a derivar o ahogarse en los océanos
habituados a la aventura de la sal
en las mareas que jamás tocan las orillas.
Yo que era rico, me hice más rico aún
sorbiendo poco a poco el vino de los días.
Nacido del espectro y la carne, no era espectro
ni hombre, sino espectro mortal.
Y luego me abatió la pluma de la muerte.
Fui mortal hasta el último suspiro prolongado
que llevó hacia mi padre
el mensaje de su agónico cristo.
Tú que te inclinas en la cruz y el altar
acuérdate de mí y apiádate de Aquel
que mi carne y mi sangre tomó por armadura
y llegó a traicionar el vientre de mi madre.
Traducción de Elizabeth Azcona Cranwell
Foto blog Ledo Ivo
En mi oficio o mi arte sombrío...
En mi oficio o mi arte sombrío
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.
No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus brazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o mi arte.
Traducción de Elizabeth Azcona Cranwell
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.
No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus brazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o mi arte.
Traducción de Elizabeth Azcona Cranwell
TEXTO DE "UNDER MILK WOOD" (Bajo el bosque lácteo)
LEÍDO POR RICHARD BURTON EN 1965
LEÍDO POR RICHARD BURTON EN 1965
1 comentario:
La voz de Richard Burton leyendo esta joya es un regalo con el que se nos obsequia desde aquí. Creo que fue por Dylan Thomas por el que ese cantautor americano se empezó a llamar Bob Dylan... y no es para menos.
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