97’
Se sentía complacido mostrándose en
sociedad junto a sus amigos. Comprobó con gratitud que no habían cambiado: Lars
y su extravagante sensibilidad; Roman y su fatalismo melodramático; Emir
haciendo gala de su característico humor; y qué decir del inigualable Woody, al
que no cesó de alardear ante los invitados. Después de toda una vida intentando
comprender sus pretensiones e inquietudes; riendo y llorando con ellos, por fin
les tenía a todos a su lado.
Algunas caras conocidas
se le acercaban con cierto retraimiento para preguntarle por su próximo
cortometraje, y él les agradecía el interés mostrado y les respondía con una
sencilla mentira: "pronto, muy pronto".
Entre los magnánimos, es
resto de asistentes buscaba cobijo en los rincones para dar sorbos a sus copas
de champán y degustar los canapés. Y, a medida que el refrigerio iba
desapareciendo, lo iban haciendo también los convidados, hasta quedarse solo
con sus estrellas.
Reinó un silencio
cavernoso en la estancia, que él interrumpió con una voz carrasposa mientras
sujetaba a Woody: "Escogí una forma sencilla de teneros conmigo,
ingratos".
Se había hecho tarde.
Devolvió a Woody a su estantería. Apagó las luces y cerró la persiana de su
estrenado videoclub.
Esther Valero Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario