Título: CUANDO
DUERME GUARDAMAR
Autor: JUAN
CALDERÓN MATADOR
Género:
RELATOS
Editorial:
EDICIONES CARDEÑOSO
Páginas:
220
Con una prosa cuidada, pero sencilla y directa-
incluso cruda, algunas veces- a la que, con frecuencia, aflora el lenguaje
poético, Juan Calderón nos regala en este libro, desde distintos planteamientos
narrativos, un amplio conjunto de variados relatos que saltan desde la más
cruda realidad hasta la más delirante fantasía.
El grupo que abre el volumen se deja mecer por
las olas de las playas de mar abierto que bañan los pies
de Guardamar del Segura y que depositan sobre la arena rastros de luz y de
sombras, entre un vaivén de amores que se desliza entre las misteriosas
pasiones descontroladas de El amor es un estilete y la dulzura y el
dolor de la ausencia que se nos muestran en Bodas de plata o en Carta
para Laura. También hay lugar para que, junto al amor, aparezcan, en
otras historias, el humor y la ironía,
sin olvidar la denuncia. Temas que estarán presentes en todo el libro.
Y, así, entre la risa y el llanto, nos
adentramos en un breve paseo por callejones del erotismo que
esconden, junto a la inocencia de una lubricidad adolescente, la pasión
desenfrenada de Doris, Juan Manuel y el toro en un trío sensual y
libertino con evocaciones mitológicas que volverán a aparecer en otros relatos.
La tercera parte nos invita a guarecernos en rincones
oscuros del amor donde se
esconden dureza y ternura y desde donde se reivindica el derecho a ejercer una
relación libre y plena sin distinción de sexo ni represión social. En esta
serie de magníficos relatos donde el hilo conductor es el amor “oscuro”, se
mezclan incomprensión y tolerancia, falsedad y valentía, miedo y disimulos… Y,
en ellos, se nos muestra su autor como el Juan actor – Teatro ambulante
Talía-, el Juan músico – La negra que encadenaba orgasmos por no llorar-
y sobre todo el Juan hombre-poeta que desfila por estas páginas llenas de
emotividad y de lirismo.
El libro
se nos cierra, adentrándonos en una ruta con baches donde la brevedad
de los relatos es inversamente proporcional a la intensidad narrativa de los
mismos. Aquí aparece la rebeldía escondida de la mujer sumisa en Basura
cotidiana, Escritora sin musa o Quirófano.
La denuncia política, teñida de ironía, en relatos como La
enfermedad, El discurso del candidato o Complejos provincianos. Y, como a
lo largo de todo el libro, vuelven a presentarse la incomprensión, la intriga,
la fantasía, la venganza, la envidia… Todo aquello que el hombre es aunque no
quiera serlo. Lo que vemos y lo que siempre nos negamos a ver.
En suma, estamos ante un libro de relatos ameno
y profundo, ácido y dulce, tierno y fustigador…, en el que Juan Calderón ha
sabido derramar su enorme capacidad imaginativa- sin olvidar sus propias
vivencias personales- engalanada con una mirada artística llena de curiosidad
que le proporciona los elementos necesarios para lograr una obra que invita a
perderse entre sus páginas.
Diego Fernández González
“Piropo”
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