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Insomnia
Me sonríes insinuante, me
llega el aroma de los poros de tu piel, me susurras algo que no acabo de
entender das media vuelta, te sigo, mis dedos te rozan extrañamente frío y no
los notas.
Flotando empiezas a bajar
una escalera, te sigo y me desequilibro, no consigo sujetarme, acabo en el
suelo, suave sin impactar.
Es la puerta de tu casa,
sin timbre sin asa. Lentamente sola se abre; hay alguien, caras inexpresivas me
sonríen como en una mueca; te he visto entrar a ti sin abrirla; oigo una sonora
carcajada de burla.
La empujo. Ya dentro me despierto empapada en sudor, el pulso acelerado,
jadeando, lo he conseguido y me tranquilizo; te miro un instante vuelvo a
buscar acomodo entre las sábanas y te acaricio, cedo al maravilloso tacto de tu
vello. Abrazo la paz y me vence nuevamente el sueño.
Te veo deslizándote bajo
las sábanas, sales, te levantas vas hacia la puerta y la abres sin que me dé
cuenta; con rabia me grito y veo impotente como te alejas sin despertarme.
Escucho una claqueta y un
"vale es buena" junto a unos aplausos pero no consigo despertarme
mientras te desvaneces entre las muecas.
LARA COMÍN COMPANY
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