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HIDE AND SEEK
Empecé a correr, a sabiendas de que me estaba persiguiendo y la policía local estaba demasiado lejos como para que pudiera llegar a avisarles. ¿Qué podía hacer? Mi vida estaba en juego. Pensaba que esas cosas solo pasaban en las películas. ¿Cómo iba yo a saber que ahora un tipo me perseguía con la intención de matarme? Todo había empezado como un simple juego de pistas. Lo organizaba el alcalde del pueblo. En total habíamos sido unos 20 participantes. 15 de todos ellos…ahora muertos. El asesino era uno de ellos, o más bien, de nosotros. Seguí corriendo y me metí en una fábrica abandonada. Quizá no había sido la idea más brillante pero seguro que allí encontraría algo para acabar con él. Era su vida o la mía. Oía su respiración entrecortada. Estaba cansado. Perfecto. Así tendría una oportunidad, por algo había sido campeón de los 100 metros lisos de mi pueblo. No estaba cansado. Me giré y el tipo había desaparecido. Volví la vista hacia delante, buscando un escondrijo o algo que me sirviera de arma cuando el tipo apareció justo delante de mí.
-¿Tus últimas palabras?
- ¡Corten!¡Buena toma!¡Un descanso!¡Seguimos en 5 minutos!
MERITXELL BAZ GARCÍA
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