Foto Cartel propiedad de la productora y/o distribuidora |
CITA A CIEGAS
La primera vez que la vio lo cautivó.
Tenía una luz única, especial. Una luz que apenas unos pocos sabrían disfrutar.
La segunda vez que la vio el encanto fue aún mayor. Estaba obnubilado por sus comentarios, sus historias, sus relatos. La magia flotaba en la luz tenue de la noche y él se dejaba llevar. Entregándose, en paz, a su encanto y serenidad.
La tercera vez que la vio creyó escuchar unos violines que le llegaron al corazón.
La cuarta vez que la vio, la miró con esos ojos con los que se mira cara a cara al verdadero amor. La admiraba en silencio, descubriéndola con sincera admiración.
A la séptima vez que la vio, hubo algo que no le gustó. Encontró pequeñas diferencias que se hicieron gigantes la octava vez que la vio.
La novena vez que la vio, ya no la entendió. Sentía que no estaban hechos el uno para el otro y juró no verla más. Aún así le dio otra oportunidad.
A la décima vez ya se hartó. Era, sencillamente, una película de mierda.
Federico Stöltzing (Barcelona)
1 comentario:
Le dio demasiadas oportunidades... Muy irónico.
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