Vivien Leigh (Gone with the wind) Lo que el viento se llevó |
En el viejo cine
Hacía tanto tiempo que
estaba en aquel viejo cine, que parecía que siempre hubiera estado allí. Desde
la posición que ocupaba veía aquella antigua sala que había sido restaurada y
pintada diversas veces, sin perder un ápice de su encanto. Muchas películas
habían pasado ya por esa pantalla. Recuerdo como si fuera ayer, cuando Scarlett
O’Hara decía: “A Dios pondo por testigo...”, no olvido las escenas de acción de
Stallone durante los años ochenta, ni tampoco desaparece de mi mente la triste historia
de “El club de los poetas muertos”. Pienso en todos esos filmes con auténtica
nostalgia. Me siento viejo y tengo un mal presentimiento, cuando oigo murmurar
a todos a mi alrededor, no creo que aguanten por mucho tiempo a un viejo como
yo.
Una mañana muy temprano, un
técnico, trajo un proyector de última generación y se apropió de mi sitio. ¿Qué
iban a hacer conmigo?, ¿cual era mi destino?
- Ya verán como no lo echan de menos, cuando vean lo
que el nuevo puede hacer, se preguntarán cómo han podido vivir sin él –dijo el
operario.
En Zaragoza acaban de cerrar los Renoir, donde la última película que vi fue, irónicamente, "The Artist" Esta nostalgia por los viejos cines se extiende cada día más. Enhorabuena a Jesús por su relato.
ResponderEliminarA través de los años he visto como iban cerrando cines, hubo una época en que los cerraban para poner en ese lugar salas de bingo.
ResponderEliminarNo es que yo critique a nadie por nada, pero pienso que mucho más constructivo es una buena película que fomentar unos ludópatas. Aún pensando que yo no tengo la razón en mi poder.
Saludos