FATUO TRAIDOR
Nominada
en los Goya 2011 a mejor actriz protagonista, acudo a esta 25ª edición en el
Teatro Real vestida por Kaprilium en muselinas doradas, desdeñando la dificultad
que entraña lucir sus espectaculares diseños.
Debo
estar radiante, y para conseguirlo acepto la posibilidad de mostrar mis pechos,
en mitad de la gala, al alzar el “codiciado cabezón” con este arriesgado “palabra
de honor”. Mi propuesta de añadirle unos finos tirantes enfureció al diseñador.
Al
bajarme del vehículo, un tacón se engancha en el forro. El vestidito promete,
pero si gano, todo habrá merecido la
pena...
Tras
una generosa sonrisa oculto mi espanto, al observar como la electricidad estática
de la alfombra roja succiona mi vestido. Hincho el pecho cuanto puedo para arrástralo
desde el escurridizo escote. ¡¡¡¡ HORROR!!!! Justo delante de mí avanza mi eterna
rival, con idéntico modelo, del brazo de mi ex-marido.
Si
resulta terrible nuestra coincidencia en el atuendo y su desaire al aprovechar
este evento para airear su noviazgo, lo realmente insoportable para mi, es
comprobar como el celebérrimo diseñador ha aceptado acortar y añadir unos minúsculos
tirantes a su vestido.
¡FATUO
TRAIDOR! Gritan mis adentros, mientras ofrezco un esplendido posado a la prensa
acreditada.
FIN
María Celia Martínez Parra, El Escorial (Madrid)
Una escena verdaderamente cómica. Muy buen relato, María Celia. Enhorabuena.
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