RAÍCES DE PAPEL PUBLICACIONES Y PREMIOS

domingo, 6 de marzo de 2016

"THE END" DE SANDRA MONTEVERDE GHUISOLFI, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015


 
imagen internet (Film Ghost 1990, director Jerry Zucker)

THE END                                                                  Sandra Monteverde Ghuisolfi

   Cada tanto soñaba con la muerte. Con su propia muerte. Y la experimentaba como si fuera una película y él su protagonista.
   Falleció de de muchas maneras. Las que más le gustaban eran la del fantasma  de Gosht, donde se fue con luz y estrellitas incluidas y la de Sirius el padrino de Harry Potter, pues jura que rozó el famoso velo al caer a través del arco encantado de la muerte. A propósito de caídas, una vez se zambulló en las fauces de un tiburón gigante, pero el hecho le provocó un vértigo tan espantoso que al rememorarlo se mareaba.
   Supo lo que era sucumbir a causa de diversos impactos: balas de todos los calibres, estocadas de espadas, dagas, sables y alfanjes, dardos con y sin veneno y golpes con los objetos más inverosímiles. Feneció en manos de villanos, piratas, cómicos, gánsteres, cowboys, indios, superhéroes, en definitiva, que tuvo todas las muertes de película que pudiera imaginar.
   Pero su fin no fue de cine, sino de televisión. Alguien, en algún lugar, apretó el botón de Off de su control remoto y sin The End, ni nada parecido, la pantalla de su vida se oscureció súbita y definitivamente.






AQUÍ TERMINA LA PUBLICACIÓN DE LOS MICRORRELATOS
CORRESPONDIENTES A LA SELECCIÓN DEL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015, 
QUE INTEGRAN  EL LIBRO "R.I.P (1895-2015)"
EDITADO POR EDICIONES CARDEÑOSO



sábado, 5 de marzo de 2016

" UN PROBLEMA DE PESO" DE PILAR FERNÁNDEZ BRAVO, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015

imagen internet


UN PROBLEMA DE PESO                                                       Pilar Fernández Bravo

   Desperté a mi vecina. Debía de estar profundamente dormida porque hasta el quinto timbrazo no abrió la puerta. Le señalé el gentío congregado a mi espalda, a través de la ventana, y le expliqué que en medio de nuestra calle había una ballena. Ella me miró con los ojos medio cerrados y me dijo: “Como no tenemos que sacar el coche del garaje —era domingo—, no veo dónde está el problema”. Acto seguido se encogió de hombros y me cerró la puerta en la cara, como si encontrarse un cetáceo de sesenta mil kilos encallado frente a la puerta, en pleno Madrid, fuera cosa de todos los días.
   Volví a casa y descorrí las cortinas. La calle estaba repleta de periodistas y cámaras de televisión. El pobre animal sobrevivía a duras penas.
   De no haber sido por el agua que algunos vecinos acarrearon durante horas, la ballena habría muerto.
   Al día siguiente la noticia llenó las primeras páginas de todos los periódicos. Hablaban de la solidaridad de la gente, de la especie a la que pertenecía la ballena… Pero nadie se preguntaba cómo había llegado hasta mi puerta.








viernes, 4 de marzo de 2016

"SUEÑOS" DE MARC HORNEROS PRUNES, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015


Julio Cortázar (imagen internet)


SUEÑOS                                                                              Marc Horneros Prunes
   
Cortázar se acercó con paso seguro y decidido. Tenía claras sus intenciones y no pensaba, como había hecho durante toda su vida, tirar atrás en esta decisión. Era su momento, no había duda. Tenía la posibilidad de completar y vivir su sueño, un sueño idealista y romántico que siempre había esperado deseoso y había creído alejado de la realidad. La irracionalidad se concretaba, aunque eso le hacía perder belleza en su concepción fantasiosa y romántica. No sabe si se acabara arrepintiendo y destrozara sus quimeras fantasiosas pero sabe, con una total e indudable seguridad, que es imperante dar el paso y decidirse para no pasarse la segunda mitad de su vida preguntándose la famosa frase del “y si…”, después de haberse pasado la primera mitad deseando tal ideal sueño.
   Cortázar ya estaba llegando. Sus manos le temblaban, su tez se descoloría asemejándose a las magníficas, elocuentes y proporcionales obras neoclásicas, y el sudor empezaba a gotear como de sí un brollador se tratase. Su corazón le palpitaba cada vez a más velocidad, como si fuera a explotar del temor que le producía llegar a un momento tan deseado y esperado como el que estaba a punto de vivir.
Llegó. 



jueves, 3 de marzo de 2016

"REMINISCENCIAS" DE RICARDO MOYA SALAS, MICCRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015



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REMINISCENCIAS                                                                      Ricardo Moya Salas

   La lluvia comienza a hacer acto de presencia. Cada gélida gota que acariciaba su cabeza parecía despertar un recuerdo, liberándolo del oscuro ostracismo del olvido. Su reflejo en los charcos le devolvía la mirada, no del anciano que era, ni del recio joven que fue. Sino la del niño que gustaba de pasear bajo canalones que descargaban la lluvia sobre él. Chapoteaba, emulando a Gene Kelly, aún mucho antes de saber quién era.  Por entonces se satisfacía con saltar sobre los charcos y correr bajo la llovizna, jamás hubiera cometido la osadía de bailar o cantar mientras le caía un aguacero.  Por mucho que le apeteciera, el miedo al ridículo lo atenazaba. Ahora, sin embargo, era distinto. Ya no le importaba qué pensaran u opinaran de él unos desconocidos. Pues eso era todo el mundo para él desde hacía meses, unos completos desconocidos. Incluso había momentos en que no estaba seguro de recordar quién era él mismo. De entre todos los desconocidos, uno en particular lo observaba con una sonrisa. En ella no se intuía burla, sino más bien una melancolía alegría. Los ojos del joven brillaban. Días más tarde recordaría que era su hijo, para volver a olvidarlo.     





miércoles, 2 de marzo de 2016

"RENUNCIA" DE HELENA JOSEFINA COLLAZO VILARELLE, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015

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RENUNCIA                                                          Helena Josefina Collazo Vilarelle

   No sé si fui culpable de perderlos, pero les amo tanto, que preferí que tuvieran una vida estable. No podía soportar ver cómo enflaquecían  a mi lado y cedí la custodia de ambos a su padre. Ellos vivían al otro extremo de la ciudad y yo hacía a pie el recorrido; no contaba ni con las monedas necesarias para pagar el metro o el autobús. La extrema debilidad de mí cuerpo no me permitía el largo recorrido en la totalidad de  las fechas señaladas para que los visitara, más cuando iba, que era en  la mayoría de las ocasiones, toda vez que pernoctaba en la oquedad de un edificio abandonado, adecentaba mi figura en el aseo de la compañía de trenes. Pasó el tiempo y llegó el momento en que comprendí que me había vuelto una extraña para ellos. Lo peor fue detectar el escrutinio a que sometían mi vestimenta y el modo en que rechazaban mi pobreza. Cuando me percaté de la vergüenza que sentían al tener que reconocer ante sus compañeros de escuela, que era su madre, aunque se me partió el corazón me aparté definitivamente de sus vidas.








martes, 1 de marzo de 2016

¡QUÉ PELAMBRERA" DE ENCARNITA RUBIO ALONSO, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL VI CERTAMEN DE MICRORRELATOS "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2015

imagen internet


¡QUÉ PELAMBRERA!                                                           Encarnita Rubio Alonso


   Cuando lo vi tuve que hacer un esfuerzo para no reírme; era alto, escuálido, de aspecto apacible; con el rostro cadavérico...
   Para mis adentros me dije: “¿le compro un bocadillo o le canto una saeta?” Ninguna de las dos cosas, porque ese joven, que parecía un viejo, había sido un canon de belleza no hacía mucho tiempo. ¿Qué podía haberle pasado para estar así?
   Llevaba una túnica larga que le cubría sus huesudos pies; pero esto no era nada comparado con su pelo. ¡Qué pelambrera! Era como un manojo de estopa con mechas rojas y verdes.
   La vida te da sorpresas pero esta era demasiado fuerte. Yo no sabía qué pensar. Él, viendo mi cara de asombro, rompió su silencio para decirme con toda naturalidad: “esto es otra faceta de la vida”.
   Ahora quedé perpleja del todo.
   Marchó al Tibet, ayunó, meditó y quedó en esto. Pero los andrajos no eran el reflejo de su riqueza interior.
   La metamorfosis que se había producido en su aspecto físico fue inversa a la que sufrió en el fondo de su alma: cuanto más repulsivo era por fuera, más bello era por dentro. Consecuencia de olvidarse de uno mismo y vivir por los demás.