Cine Cartago de Guardamar del Segura, cerrado hace más de 15 años |
Una
tarde inolvidable
Allí
estaba yo, sentado en la butaca de la única sala de aquel cine que ahora veo
cómo cierra sus puertas, tal vez para siempre. Era invierno y hacía frío, sin
duda una ocasión propicia para ir a ver una película. No fue la primera ni la
última vez que fui allí, pero esa la recuerdo por ser un momento muy especial
en mi vida. Había conseguido convencer a mis padres que me dejasen ir, no fue
fácil y más cuando yo y solo yo sabía que no iría con mis amigos del barrio tal
y como había dicho sino con la que hoy es mi mujer y en aquel momento mi novia.
Fue una noche mágica, especial e inolvidable. Ambos la recordamos. La película
es lo de menos, en nuestra retina se quedó marcado el momento en el que compartimos
una bolsa de palomitas, nos dimos la mano y después merendamos juntos,
paseamos, charlamos y nos enamoramos. Ese día nos dimos nuestro primer beso, al
que después seguirían muchos más. Aún hoy revivimos aquel momento como el más
importante de nuestras y podemos decir que todo empezó una tarde de cine…
Pablo José Sánchez Fernández
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