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ORIGEN
Se quitó la gorra y se fijó en el hombre de bigote sentado
tras la mesa. En el aire flotaba un ambiente rancio.
—¡Venía por lo del empleo!
George observó al visitante. Reparó en su roída americana,
en la camisa de cuadros y en los zurcidos de las rodillas. Después se levantó y
lo condujo hasta una habitación donde se distinguía un misterioso aparato.
—Este cinematógrafo proyecta una imagen en la pared. Son
fotografías que juntas simulan movimiento. ¡Observa!
El hombre distinguió un tren llegando a una estación. Se
apartó por instinto, creyendo que la locomotora lo iba a arrollar.
—¡Tranquilo, no te va a pasar nada! Tu trabajo consiste en
accionar esta manivela. Cuando se termine la bobina, la cambias y pones otra,
¿entendido? No entraña ninguna dificultad. Hasta un idiota podría hacerlo con
los ojos cerrados, ¿ves? ¡Ah, por cierto! No te hagas muchas ilusiones. Este es
un trabajo temporal. Seguro que esto del cine pronto deja de interesar.
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