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EL IDIOMA UNIVERSAL
Él no se había bajado del barco para
vivir arrinconado. Había venido a plantar su semilla en aquella tierra fértil,
regada por la lluvia de oportunidades. Sin embargo, los inmigrantes habían sido
hacinados en barrios periféricos y subyugados a toda clase de impedimentos.
Principalmente por la fuerte barrera idiomática que lo separaba de la población
local y que también hacía imposible enriquecerse del multiculturalismo del
barrio. Todos se miran con extrañeza y usan las familiaridades solo para
aparentar desinterés. Cada uno vivía su realidad como única y aislada.
Pero cuando entró por primera vez en la
proyección de una película muda de la época, se sintió en casa. Aquello podía entenderlo, el lenguaje expresivo, la música y el arte
de la oratoria visual es esperanto. Aquellos planos largos le daban la
oportunidad de acomodarse en la escena que la pantalla le ofrecía, diferente al
frívolo y circense mundo de fuera. Allí tenían un sitio él, el afroamericano de
enfrente y los nativos que reían dos filas atrás. Todos unidos por el
encantamiento del espectáculo, por lo innato y universal del lenguaje del que
allí se hacía uso y por aquel mago trovador que era el cine.
Mario Rodríguez Medina
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ResponderEliminarEsto lo ha tenido que escribir un hombre muy guapo.... Sigue así. Estoy orgullosa de ti. 7
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