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martes, 25 de diciembre de 2012

JULIA GALLO SANZ SE ADENTRA EN EL POEMARIO "EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA" – DE JUAN CALDERÓN MATADOR


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JULIA GALLO SANZ SE ADENTRA EN EL POEMARIO "EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA" – DE JUAN CALDERÓN MATADOR

Mucho se ha dicho sobre EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA, última obra de Juan Calderón Matador, y todo excelente, como corresponde. El prólogo escrito por Blas Muñoz Pizarro, es un magnífico catalizador de las pulsaciones de este poemario, y en él ya está todo escrutado; así que lo que yo voy a decir, tal cual me pide el corazón, es que Juan calderón es un gran amigo y un leal compañero de fatigas literarias, imaginativo, divertido, creativo, ocurrente…, lo mismo que Javier Bueno, a quien tanto Juan como yo debemos la difusión de informaciones digitales.
Juan Calderón es un refulgente poliedro, cuyas irisaciones nos llegan desde las facetas de sus caras: poeta, pintor, actor, letrista de canciones y compositor de sus músicas, escritor de teatro, relator…  Como autor de poesía Juan, sin ninguna duda, ejerce de poeta del sentimiento y de la experiencia, y lo hace con  sinceridad plausible, como podemos comprobar a lo largo de su amplia producción.
En EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA, la amalgama entre lo íntimo y lo cósmico, entre lo real y lo soñado, está tan bien compactada, que la versificadora dimensión emocional encrespa la piel. Esta desnuda desazón pasional volcada en cada verso, es una confesión macerada en el tiempo y escrita en el tiempo; de este manifiesto metafórico y simbolista se vale Juan C. M. para contarnos que las ligaduras del destino unas veces nos prenden y otras nos desprenden como a capricho, porque el amor, sentimiento por excelencia en este libro, aunque nos pese, es semejante a una sublime y carcelaria argolla susceptible de rotura por donde desasir su presa.
El yo poético, revelado o sobreentendido, clama con lirismo persuasor ante quien lee, y el lector queda atrapado en su polifonía, hondura, sondeo íntimo, cromatismo, imágenes, oficio… ¿Existe algo mejor que dejarse atrapar por la belleza del sentimiento?, pues esto hace EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA de Juan calderón Matador: cala, sacude y turba. Muchos son los versos que quedan cristalizados en la memoria como una corona de espinas, y digo yo: ¿acaso hemos olvidado que fuimos colocados en un valle de lágrimas con la esperanza –ya suministrada en vena- de hallar el verdadero amor y la dicha?
Querido Juan, una vez más, enhorabuena por esta nueva entrega poética, hermosa y valiente.




martes, 18 de diciembre de 2012

MARCOS CALLAU VICENTE opina sobre el poemario "El destino nos ata y nos desata" de Juan Calderón Matador. 2012


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MARCOS CALLAU VICENTE opina sobre el poemario "El destino nos ata y nos desata" de Juan Calderón Matador. 2012

Quien haya conocido desde los comienzos la poesía de Juan Calderón identificará El destino nos ata y nos desata como una conclusión de la experiencia. Juan Calderón acostumbra a buscar la palabra exacta, la exquisitez y la exigencia en la construcción del poema, de cada verso, depurando al máximo su conclusión, como el maestro que cincela una escultura de mármol, despojándola de todo lo sobrante, dejando solo la perfección. 

Este último poemario (poemario de la experiencia) está claramente dividido en tres partes que se completan entre sí, complementan y cierran, al final, como un círculo perfecto. El destino nos ata y nos desata comienza como un grito, una revelación y una firme declaración de intenciones con el poema Corriente. Este grito torrencial se apacigua rápidamente, desde esa experiencia que impregna toda la obra, en Lluvia, un canto a esa paciencia que debe estar presente en todo amor, un propósito de saber esperar. De hecho, el siguiente poema se titula Espera y navega entre la embriaguez del güisqui y la perfecta construcción poética. Pero, como acertadamente apunta Blas Muñoz Pizarro en el magnífico prólogo escrito para este libro, el poemario está en continuo movimiento, no solo de manera circular, también dentro de la historia de amor que se nos propone. En este libro, en palabras de Muñoz Pizarro, “hay un ir que es un volver” y así el futuro es un regreso a la experiencia, desde la propia experiencia. Regreso  es el título del siguiente poema, como una fotografía antigua, que revela un futuro que es pasado, un ir que es un venir.

Innumerables son las veredas por las que camina la voz de El destino nos ata y nos desata pero, de alguna manera, todas confluyen en ese mismo destino que es la consecuencia de lo que hoy grita y nos revela con sus palabras. La primera parte de la obra concluye así, como una vocación de cerrar el círculo en el poema Presentimiento, una conclusión de la paciente espera en el poema Certeza, un recomenzar y reescribir Libretos y un tiempo que respeta y se detiene en los Signos. Y llegamos a la parte central titulada Lo que fuimos, una vuelta al pasado desde su consecuencia. Un divertido y dinámico comienzo con la iniciación que descubre Trampas y Tapias que se derrumban a base de corazón, remansa su ritmo para llegar de nuevo a la reflexión. Y el tiempo siempre está presente en estos momentos de quietud. Merece una mención especial el poema Torrentera por su vocación de achicar el fuego en los relojes. Caoba nos permite viajar al otro lado del tiempo y Claves precisamente descifra la imposibilidad del regreso. 

La poesía de Juan Calderón es colorista y está impregnada de otra de sus pasiones, la pintura. Y en El destino nos ata y nos desata hay un poema que es el mejor reflejo de estos lienzos que Juan pinta con palabras. Se trata del poema Incendio. Sin nombrar ningún color, el poema comienza en gris nocturno para convertirse en rojo pasión al tercer verso. El cuerpo central del poema pasa del amarillo al marrón y concluye con un festival colorista, “un cierzo de colores hizo volar las últimas pavesas” Esta poesía colorista está presente también en el resto de la obra. Y esta parte central del poemario concluirá de nuevo con la paciencia del poema Luz (“borrar la prisa de los dedos”) y la incertidumbre del reencuentro, la dulzura del renacimiento.

Precisamente El destino nos ata y nos desata concluye con una última sección de dieciséis poemas acertadamente titulada Cerrando el círculo. Es la poesía del final del camino, la conclusión, la certeza del haber sido y por ello, ser hoy. La voz del poema encuentra la muerte del vagabundo, el final de su existencia como nómada para, finalmente, reencontrarse con su identidad en la identidad del amado.

Esta última obra de Juan Calderón rebosa experiencia y perfección, pudiendo afirmar que es, de todas, la más exquisita. Un rotundo canto al amor, sin géneros, sin barreras; un grito sonoro, también desde la poesía del silencio, porque el poeta deja su parte al lector, a su imaginación y completa el viaje, puliendo sus palabras, sus versos, cincelando para alcanzar la maestría de una escultura de mármol dotada de alma y humanidad. Un delicado canto al amor no exento de sexualidad y de vida, como un torrente de versos, al galope, por las venas del autor.



domingo, 9 de diciembre de 2012

EL PINTOR ENRIC DEL PUEBLO TRIUNFA EN MIAMI CON SUS "SPANISH ALIENS"

EL PINTOR ENRIC DELPUEBLO EN COMPAÑÍA DE SUS ALIENS
ENRIC DELPUEBLO FUE EL DESINTERESADO  ILUSTRADOR DE 
LA PORTADA DEL PRIMER LIBRO DEL I CERTAMEN DE MICRORRELATOS 
SOBRE EL CINE " ARVIKIS - DRAGONFLY" 2010,
TITULADO "EL BESO", PATROCINADO Y EDITADO
 POR "EDICIONES CARDEÑOSO" (VIGO)


AHORA TRIUNFA EN MIAMI CON SUS ASOMBROSAS PINTURAS 
SOBRE UNOS ALIENS MUY ESPECIALES, QUE NO NOS DEJAN INDIFERENTES.
SUERTE, Y AL TORO...

MARCIANITO DE CÓRDOBA






martes, 4 de diciembre de 2012

BREVES PALABRAS SOBRE <<EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA>> A JUAN CALDERÓN MATADOR LAURA OLALLA- 14-10-2012 –MADRID


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BREVES PALABRAS SOBRE <<EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA>>
A JUAN CALDERÓN MATADOR
LAURA OLALLA- 14-10-2012 –MADRID


No puedo estar más de acuerdo con la paráfrasis hecha por el Filólogo D. Blas Muñoz a cerca de este poemario. He releído tus versos y adhiriéndome a todo cuanto he captado en el prólogo, puedo decir, sin temor a equivocarme que tengo en mis manos una obra madura, reflexiva y profunda, repleta de belleza; sabedora  por sí misma, del impacto que produce en el lector.
La capacidad del poeta para desdoblarse y conjugar un pasado muy lejano con un presente, necesariamente ubicado en una realidad conexa, inherente a la provocación  y al desánimo, se hace eco en este poemario. El “yo” de la 1ª y 3ª partes, relacionado de forma especial con el observador de la 2ª es un espejo donde sentirse reflejado.
Luces y sombras. Ausencias y olvidos. Paralelismo de destinos. Mitologías que absorben  el sexo y sus ambigüedades. Desconciertos que alteran las exigencias del hombre. Pero éste no sucumbe. A medida que avanzo en su lectura, es mayor el vuelo de la palabra, forma y fondo, fusionados (buena técnica), en un grito de esperanza.
Ansia por retener el tiempo. Soldadura en el engranaje de la complejidad del complemento. El autor exhala su lirismo fotografiando su propio desnudo – sin importarle ser él o ella-, reencarnándose para vivir de nuevo. Se palpa el vacío existencial que atenaza a las almas sensibles. Pero, a la vez, la fuerza creadora le redime del paso de los días, con la aceptación de lo que somos: ¿brevedad encarnada?. Como en un buen relato –trama, desarrollo y desenlace–, el poeta se consagra a ese renacer en la muerte que dará nueva vida a la rueda del cosmos. Conoce el camino. La experiencia le permite atender al Amor en este nuevo tramo. Un amor repleto de ternura, visiona, hoy,  la concesión de otros, vividos con pasión intrépida. Este amor maduro vuelve a sus raíces en medio de esos miedos encontrados de los que todos tenemos patrimonio, ofreciendo su licor a quien desea quedarse.

“La espera es el remanso que ahonda en la inquietud,
el trasiego que horada el corazón
del día o de la noche.

La vida es un enigma
como la primavera en el umbral del sueño
que me vierte su nombre
cuando asoma la voz ya de  regreso a casa.”
(Autora: Laura Olalla)

Querido amigo Juan Calderón. Puedes sentirte orgulloso de esta nueva entrega. Mis más humildes y sinceras felicitaciones. Haz tuyos estos versos, creados tras leer EL DESTINO NOS ATA Y NOS DESATA