EL SECRETO DEL
ACOMODADOR
Mi silla vacía
Sintió un vuelco en el corazón al ver a
su abuelo en el In memóriam de los Goya. Una fotografía en blanco y negro, con
rostro alegre circunscrito a un halo de misteriosa bruma. Inquietante como
aquellas incursiones atravesando la penumbra del pasillo en una sala que tantas
veces iluminó con linterna.
Mi
esposa saltó del sofá, apresurándose hasta la olvidada buhardilla. Empezó a
sacar cajas embaladas para encajar
respuestas. Ella no comprendía ese breve homenaje, catalogándolo de actor de
reparto. Debajo de unos posters de Los Tarantos, Viridiana, El desencanto y
algunos rollos con más suciedad que cinta; encontró un pequeño baúl que abrió
forzando un plateado candado. Dentro habían unos labios muy rojos en un
plastificado ticket del Rialto, una fotografía de Vivien Leigh dedicada con
mucho cariño a su abuelo y un diario que lo tituló: “Secretos y momentos
idóneos para entrar en pantalla”.
Vicente Gómez Quiles
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