RAÍCES DE PAPEL PUBLICACIONES Y PREMIOS

sábado, 28 de marzo de 2015

"97" DE ESTHER VALERO ÁLVAREZ, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL V CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE ARVIKIS-DRAGONFLY 2014


Imagen internet propiedad de la productora y/o distribuidora

97’

Se sentía complacido mostrándose en sociedad junto a sus amigos. Comprobó con gratitud que no habían cambiado: Lars y su extravagante sensibilidad; Roman y su fatalismo melodramático; Emir haciendo gala de su característico humor; y qué decir del inigualable Woody, al que no cesó de alardear ante los invitados. Después de toda una vida intentando comprender sus pretensiones e inquietudes; riendo y llorando con ellos, por fin les tenía a todos a su lado.
Algunas caras conocidas se le acercaban con cierto retraimiento para preguntarle por su próximo cortometraje, y él les agradecía el interés mostrado y les respondía con una sencilla mentira: "pronto, muy pronto".
Entre los magnánimos, es resto de asistentes buscaba cobijo en los rincones para dar sorbos a sus copas de champán y degustar los canapés. Y, a medida que el refrigerio iba desapareciendo, lo iban haciendo también los convidados, hasta quedarse solo con sus estrellas.
Reinó un silencio cavernoso en la estancia, que él interrumpió con una voz carrasposa mientras sujetaba a Woody: "Escogí una forma sencilla de teneros conmigo, ingratos".
Se había hecho tarde. Devolvió a Woody a su estantería. Apagó las luces y cerró la persiana de su estrenado videoclub.



Esther Valero Álvarez







domingo, 22 de marzo de 2015

"VIDA" DE NURIA MEDINA MEDINA, MICRORRELATO FINALISTA EN EL V CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE "ARVIKIS - DRAGONFLY" 2014



imagen internet film "Más allá de los sueños" propiedad de la productora y/o distribuidora

VIDA                                                                                       Nuria Medina Medina



   Él cerró la puerta. Ella la abrió de nuevo. “¿Por qué diablos no sales de la habitación?, huele a perro muerto”, espetó la niña al viejo. Él parpadeó con ira, pero los hilillos de sangre no cedieron tras el telón negro. Luego, como si tal cosa, se tendió en la cama con un teatral bostezo. “¡Eso no es vida!”, gruñó ella. “Tengo lo que quiero”, susurró el viejo. Ella pegó un portazo, abandonándolo a su lóbrega suerte. Él, apretó el botón bajo sus yemas.


   Un concierto de destellos iluminó la estancia; coreografía de alas diminutas e inquietas. En la pantalla, el negro se hizo blanco y el silencio, amor. El viejo se proyectó joven; se convirtió en náufrago y, más tarde, en cartero. Acarició una piel templada y templó una espada al fuego. Se vistió de pez y mimó los arrecifes de un mar tropical. Se trasformó en hielo y cinceló con huellas su pecho.


   Nadó, corrió y saltó, a pesar de no tener piernas.


   Para cuando regresó su nieta, las palabras: “luz, cámara y acción” resonaban en sus sueños. Él, era el director. Ella, era la estrella. La vida, pura magia. El beso en la frente, absoluta pureza.











sábado, 7 de marzo de 2015

"UNA MOSCA EN MI SOPA" DE MERCEDES PAJARÓN, MICRORRELATO FINALISTA EN EL V CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE ARVIKIS - DRAGONFLY 2014



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“UNA SOPA EN MI MOSCA”                                                 

   
 Ralph Gardener sabía del mágico influjo que su reveladora mirada ejercía sobre los espectadores al derramarla despiadadamente por la grandiosa pantalla muda. Con la llegada del cine sonoro vio la vanidosa oportunidad de seguir hechizando al público, pero esta vez con su aterciopelada voz de barítono.

   Sin embargo, pronto descubrió estupefacto su incapacidad para dominar los nervios al hablar. “Hay una sopa en mi mosca” o “te loco con quierura” fueron algunos de sus primeros resbalones…

   Lejos de superar el problema, el actor lo trasladó a su vida privada, donde empezó a expresarse confusamente con perlas como “que día usted un buen pase” o “te copa a un invito”.

   Incomprendido y paulatinamente olvidado por todos, cansados de descifrar  enmarañadas conversaciones carentes de sentido, Ralph Gardener se recluyó en su ostentosa mansión hasta que una mañana apareció flotando en la piscina.
En una nota encontrada sobre la cama justificaba su desaparición de la escena sin haber bajado todavía el telón y pedía, como última voluntad, grabar en su tumba el siguiente epitafio: “Aquí yace un mudo del cine estrella. Un alma de silencio por su minuto”.


Mercedes Pajarón Pajarón



domingo, 1 de marzo de 2015

"THE END" DE PILAR UGARTE MUÑOZ, MICRORRELATO SELECCIONADO PARA SU PUBLICACIÓN EN EL V CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE "ARVIKIS - DRAGONFLY 2014"



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THE END

La calle aún duerme. El camión, despacio, asoma por una esquina, como un ladrón, el ladrón que viene a robarle ilusiones y fotogramas a la historia del barrio.
Con jadeos de viejo asmático aparca frente al local. Los operarios empuñan sus despiadadas herramientas. Al primer mazazo Fermín siente una punzada dolorosa, incapaz de asistir impasible al derribo del cine. Su cine.
Se viste el deslucido uniforme, baja a la calle y se cuela en la sala por la puerta trasera.
Rememora emocionado la inauguración, en 1954: “Proyectaron Peter Pan y Jeromín; allí estábamos la chiquillería del vecindario para conseguir una entrada en la sesión de las cuatro. Íbamos repeinados, con ropa de domingo. En los bolsillos dos reales de pipas; en la mano la merienda liada en papel de estraza.
El cine me cautivó. Empecé vendiendo en los descansos: ¡Bombón helado, caramelos, chicle americano! Después ascendí a acomodador. He llorado, reído, sufrido y alegrado con cada película y, sin sentir, me sorprendieron las canas.”
El martilleo le trae a la realidad, le arranca lágrimas. Los cascotes caen sin compasión; la pantalla se resquebraja, se blanquean las butacas de terciopelo verde… el uniforme que Fermín viste por última vez.

 Pilar Ugarte Muñoz