TRES
GOLPES
La actriz protagonista mira, en el espejo de su
caravana, como ha pasado el tiempo. El actor protagonista, tumbado, intenta
acordarse de aquellos momentos en los que creyó ser feliz. Esperan los tres
golpes con los que siempre avisa el ayudante de producción. Hoy, último día de
rodaje, la última secuencia. Los dos saben que mañana todo volverá a ser como
era antes.
La actriz protagonista mata la espera con un
cepillo que resbala suavemente por su pelo. El actor protagonista cierra los
ojos con fuerza. Ella se estremece, una y otra vez, al revivir el canto de las
gaviotas cuando se besaron, hace unas semanas, en la escena junto al océano. Él
no puede olvidar la melodía de las olas al desvanecerse en el acantilado, ni
los miles de verdes que el sol hizo nacer en los ojos de la actriz.
El cepillo se detiene y dos lágrimas resbalan
por las mejillas de la actriz
protagonista al oír tres golpes en la puerta de su caravana. Los ojos
del actor protagonista se abren y dejan caer dos lágrimas cuando suenan tres
golpes en la puerta de la suya.
Juan Pedro Rodríguez Murillo (Getafe) Madrid
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